Es solo una declaración de intenciones pero habla mucho de la velocidad de crucero que a la que se quiere impulsar el proyecto del rascacielos del puerto. La Comisión de Ordenación del Territorio del Ayuntamiento aprobó ayer la agilización, en la medida de lo posible, de los trámitesburocráticos que restan para que pueda empezar la construcción de la obra arquitectónica que cambiará el horizonte de Málaga. La moción, presentada por Ciudadanos, incluía en un primer momento pedir a la Junta que la declaración de impacto ambiental fuera abreviada a cuatro meses -no 18, como sería el procedimiento ordinario-, pero se cayó de la propuesta naranjacuando la administración autonómica resolvió favorablemente el trámite la semana pasada y culminó así las demandas del Ayuntamiento y el Puerto.
Así pues, la moción quedó en una salva al aire que sin embargo, deja clara la voluntad política en sacar el proyecto adelante cuanto antes. El viceportavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Málaga, Alejandro Carballo, aseguró que la moción tuvo como objetivo «pedir a las distintas administraciones que intervienen en el proceso que tengan sinergia entre una y otra, y que se intente no dilatar las decisiones en el tiempo». Para el edil naranja, Málaga tiene que «poner la alfombra roja» a las iniciativas de inversión que lleguen a la ciudad.
Carballo incidió, no obstante, en el que los trámites del proyecto deben sacarse adelante «teniendo garantías y con unos pasos previos, pero se pueden acortar en el tiempo». El concejal citó a la «coyuntura política» como uno de los factores por los que los inversores están fijándose en Málaga, es por ello por lo que «hay que asegurarse de que ese dinero que llama a la puerta se quede aquí».
A los grupos de izquierda -especialmente Málaga Ahora- no gustó que la moción saliera adelante con el apoyo de los socialistas. «Me molestó un poco y se lo dije. Ellos [el PSOE] dijeron desde el primer momento que se tenían que cumplir las máximas garantías en este procedimiento, y creo que el trámite abreviado no son las máximas garantías», manifestó tras la aprobación de la moción la portavoz del grupo municipal, Ysabel Torralbo.
La edil opinó que todo el proceso de tramitación del rascacielos se está llevando «con gran irresponsabilidad», ya que, en su opinión, faltan elementos importantes por dilucidar: «Es una inversión grande, sí, pero habrá que cuantificar lo que cuesta la pérdida del espacio del dominio público, y cuales son las consecuencias si la empresa no va bien y el negocio degenera o pierde calidad».
Similar opinión tiene el portavoz del grupo municipal de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, quien aseguró que «plantear un debate como este en términos agilizar los tramites y burocracia es un argumento falso. La ley es la que es, y existe este procedimiento porque tienen que establecerse unas garantías y que se cumplan los requisitos». Es por ello que él considera que agilizar los trámites no es positivo: «Decían que la moción era por agilizar burocracia pero si vemos la clasificación de países en función de la burocracia, aparecen con menos naciones como Sudán del Sur, Uzbekistán, y una serie de países a los que no queremos parecernos». Por su parte, se ha abierto en las últimas horas una petición en la plataforma Change.org para declarar persona non grata en Málaga al delegado de Medio Ambiente de la Junta en la provincia, Adolfo Moreno, por «afirmar que el rascacielos de 135 metros de altura no contamina visualmente, y que si alguien sí lo cree que se desplace a un lado y mire desde otro sito», dice la petición. Lleva cerca de 200 firmas recogidas.